2ª Parte de Corazón Salvaje

Invitado

Esta es mi 2ª parte de Corazon Salvaje. Wink

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Después de ver el atardecer desde el acantilado, Juan y Mónica, se fueron a pasear por el malecón, era una tarde hermosa, el sol, se iba apagando poco a poco, y dejaba sus últimos destellos para rozar las finas hojas de las altas palmeras, que estaban por el malecón, por un camino lleno frescas sombras. Se fueron a la casa, donde estuvieron hablando de como llamarían al bebe que venía en camino. La felicidad y tranquilidad por fin entro en sus vidas. Ya era de noche, Mónica preparo la comida, ya que Meche, no estaba pues se fue a vivir con el Tuerto, su marido. Cenaron y se fueron a la recamara, donde Juan le pregunto a Mónica, si prefería vivir en la casa que compraron donde vivieron de recién casados, o más bien quería vivir en una casa grande frente al mar. Mónica, estuvo de acuerdo, y al día siguiente se fueron a ver los terrenos que había, cerca del mar, los dos preferían la palapa de Juan, pero estaba alejada de San Pedro, así que la palapa, la dejarían como una segunda casa. Encontraron el lugar perfecto para vivir, así que Juan mando construir la casa, como quiso él, amplia, grande, y con grandes ventanales, desde donde se contemplaba la hermosura del mar. Un día Mónica fue al convento a ver a su mama, esta le dijo a Mónica que había recibido una carta de la cuñada Amalia y de Dolores, que decía que ambas se mudaban a San Pedro.
Pasaron ya unos meses, a Mónica le faltaba ya poco para dar a luz. Todos los muebles de la casa de San Pedro, se los llevaron a la casa nueva, mas unos pocos que compraron. La casa de San Pedro, Mónica, la convertiría en una escuelita, donde ella y profesores, impartían clases.
Ya instalados en la nueva casa, Juan y Mónica, invitaron a todos sus amigos, para celebrar la nueva vida, a la fiesta fueron Azucena con Joaquín, Meche con el Tuerto, Don Noel y Amanda, los amigos de Juan, y la mama de Mónica.
Marcelo y Mariana, se fueron a vivir a la capital, después de haberse casado.
Cuando Mónica estaba en la recamara preparándose para la fiesta, entro su mama, las dos se dieron un abrazo, y Doña Catalina, le pregunto si era feliz, y Mónica, tocando su barriga, dijo que era muy feliz. Al acabar la fiesta todos ya se fueron, solo se quedo Doña Catalina, con Mónica en la recamara, porque durante la fiesta se había sentido indispuesta.
Entonces de repente Mónica empezó a sentir contracciones, Doña Catalina, fue a llamar a Juan para que fuera a por el doctor, pues ya iba a nacer el fruto del amor de Juan y Mónica. El doctor llego a la casa, Juan estaba muy nervioso, le dijo al doctor que en sus manos está la vida de Mónica y su hijo. El quería entrar a la recamara para ver a Mónica, pero Doña Catalina, le dijo que dejara al doctor hacer su trabajo, que todo iba a estar bien.
Pasada más de una hora, a Juan los nervios le comían por dentro, y Doña Catalina estaba también muy intranquila, pues el doctor se estaba tardando mucho. De repente se escucho llorar un bebe y Juan se levanto de la silla y corriendo fue a la recamara, Doña Catalina lo siguió.
Cuando llego fue a la cama donde Mónica, estaba muy débil, pero todo había salido bien. Juan agarro a su hijo en los brazos, mientras le decía que iba a comprarle la mejor cuna. Pero Doña Catalina entre sonrisas dijo que tenía que comprar dos cunas. Si, Mónica, tuvo mellizos, un niño como su papa, y una niña como su mama. Mónica entre risas dijo que habían llegado de golpe. Al principio ella quería un niño y él una niña, y los dos llegaron. A la niña la llamaron Mónica Aurora María Alcázar y Valle De Altamira y a niño Juan Andrés Noel Alcázar y Valle De Altamira.
Andrés, se volvió a casar con Luisa, una joven mujer que conoció en España, allí, se quedaron a vivir, y tuvieron un hijo, al que llamaron Francisco, como su abuelo.
Mientras, en Campo Real. Doña Sofía se volvía cada día mas loca y mas amargada, la soledad, y la distancia de su hijo, la estaban matando lentamente.
Doña Catalina, se volvió a vivir a su casa, cerca del mar, para así poder ir a visitar a sus nietos.
La prima de Mónica, Dolores, les fue a visitar un día junto a su madre
Amalia, para decirles que se iban a vivir a San Pedro, Dolores le dijo a
Mónica, que iba a entrar al convento de San Pedro, ya que nadie quería casarse con ella, ni ella encontraba al hombre adecuado. La tía Amalia, se fue a vivir junto a su cuñada, Catalina, para que no viviera sola, y Dolores, entró al convento.
Un día Juan y Mónica, fueron a ver a Doña Sofía, cuando ella los vio, se abalanzó hacia Juan, llamándolo Francisco, y pidiéndole perdón por todo.
Mónica y Juan presenciaron la locura de Doña Sofía, que al final fue internada en un manicomio. Campo Real quedo solo, sin nadie que lo
manejara, Juan lo mantenía en movimiento, pero él no quería saber nada de Campo Real, solo estaba esperando que apareciera un dueño para venderlo, o que Andrés regresara para ocupar su lugar.
Ellos no querían dejar Campo Real, pero tampoco querían que la hacienda, cayera en manos de un extraño, así que le escribieron una carta a Andrés, para contarle todo lo sucedido, y decirle que el futuro de Campo Real estaba en sus manos. Andrés y su familia, se regresaron a San Pedro. Cuando llegaron, Mónica, Juan, Doña Catalina y todos, los recibieron y conocieron a Luisa y al pequeño Francisco. Cuando Andrés llego con su familia a la casa de Juan y Mónica, le dijo a ella, que necesitaba hablar con ella, a solas. Mónica y Andrés fueron al despacho, donde Andrés se quedo mirándola un instante, entonces empezó a llorar y le dijo a Mónica, que lo perdonara, que se había portado como un estúpido y malvado. Mónica le dijo que él no es un hombre malvado, se dieron un abrazo, y todo el pasado quedo enterrado.
Andrés fue a ver a su madre, pero ella ya no lo reconocía pues había perdido el juicio por completo. Campo Real volvió a funcionar y a ser una de las haciendas más productivas del país. Andrés y Luisa prepararon y formaron a Francisco para ser el próximo patrón de la hacienda, para asegurar así su futuro. Un día Juan y Mónica, fueron al cementerio a ver la tumba de Aimeé, donde la perdonaron y le dijeron que no le guardaban rencor.
Pasaron dos años, y otra vez, desde el acantilado, con el atardecer de testigo, el rugido de las olas golpeando las rocas, Juan y Mónica sellaron su felicidad, y amor, junto a sus dos hijos, dos hijos que nacieron de un amor salvaje, que nació de dos Corazones Salvajes.

Fin

Mensajes : 1064 Fecha de inscripción : 04/05/2011

wooow Ruben muy linda la historia!!
que lindo hubiera sido que continuara así la novela....
me gusto mucho la descripción... hasta me lo imagine jeje Smile

Tema: Re: 2ª Parte de Corazón Salvaje Dom Sep 30, 2012 7:35 pm

Rubeeeeen esta lindaa esta historia... me encanto la parte: "ya iba a nacer el fruto del amor de Juan y Mónica" jajaja estuvo muy linda... Y la parte final: "Pasaron dos años, y otra vez, desde el acantilado, con el atardecer de testigo, el rugido de las olas golpeando las rocas, Juan y Mónica sellaron su felicidad, y amor, junto a sus dos hijos, dos hijos que nacieron de un amor salvaje, que nació de dos Corazones Salvajes"

Felicidades Ruben esta genial.!

Invitado

Gracias por leerlo Noe y Noheli! Very Happy

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