El ser ''camaleónica'' es una de las cualidades que asegura le ha permitido tener una carrera longeva
CIUDAD DE MÉXICO (13/JUN/2011).- Ha tenido “como 40 mil nombres” a lo largo de su carrera; sin embargo aún lucha por cambiar etiquetas en la actuación.
Es casi una heroína del espectáculo por su osadía y por romper moldes en cada uno de sus proyectos, pero aún se emociona y hasta reza frente al televisor cuando inicia alguna telenovela.
A Edith González poco le importan los ambientes de trabajo, sólo le interesa que el resultado final, ya sea en el escenario o en pantalla, sea satisfactorio para ella y el público que la sigue en cada una de sus versiones.
“He roto un chorro (de moldes). Por ejemplo, cuando hice Aventurera nadie quería hacerla. El guión lo pasaron por todo México y la única que lo tomó, porque me interesaban hacer las cuestiones populares, fui yo. Cuando hice la obra sólo era María Rojo la reina de este tipo de propuestas. Hubo gente que decía ‘qué valiente es Edith’, con cierto aire de despotismo, pero cuando ven lo importante que fue como expresión cultural ahora se quieren meter. Cuando me fui a Colombia a hacer Doña Bárbara fue otra ruptura, porque era un guión fantástico, en un país diferente, pero también se vuelve un compromiso”, afirma la actriz, orgullosa de que varios de sus proyectos hayan llegado a “buen puerto”.
“Me la he ido jugando, reinventándome para hacer una carrera que no ha sido nada fácil. Porque después de hacer Aventurera, con plumas y demás, ¿qué diablos haces después? ¿A dónde vas? Y después haces Buenas noches, mamá, sin una gota de maquillaje. Ahora haces el opuesto y eso es padre”, platica la actriz, quien no quiere ser llamada así y explica por qué.
“La primera vez que cambié fue en Cada quien su vida, donde probé el tipo de actor que era, estando con actores de protesta, de izquierda, yo viniendo de televisión, con ese mote que me molesta, porque yo soy actor de profesión. Después me metí en la colonia Guerrero (del Distrito Federal), en el salón Los Ángeles, y es lo que me propongo, ser el mejor actor, no la mejor actriz, porque ya te encasilla. No quiero ser la mejor abogada, o doctora, sino la mejor persona en leyes o en su ramo médico, me importa la profesión”, asegura.
Rompe etiquetas
Las filas alrededor de los teatros donde se presenta, los números de rating de sus telenovelas la convierten en una figura rentable, pero sobre todo agradecida y comprometida con su público. “Poniéndolo en perspectiva, en Aventurera, cuando llegas a Las Vegas o al Madison Square Garden la primera vez dices, ‘¿quién te va a venir a ver a Nueva York?' Y ves las colas dar la vuelta a la manzana. Con Buenas noches, mamá, llegas a Morelia, a Chihuahua, a Monterrey, ves el teatro lleno y dices ¡wow!”.
“Si hay una o mil personas en el público tienes que entregarte igual, pero es emocionante ver que a la gente le gusta la propuesta que haces, que le estás atinando, que la gente habla de mi trabajo. ¿Cómo consientes al público que te ha seguido y cómo cultivas un nuevo público? ¿Cómo le llegas a gente que nunca vio Corazón salvaje y que te conocieron de castaña por Doña Bárbara? En México es complejo por más alto que te manejes; hacer una carrera es casi un acto heroico”.
La actriz regia y una de las principales figuras de la pantalla de TV Azteca en la actualidad, explica que los trabajos que han definido su carrera de cara al público son “Salomé, Bianca Vidal, Corazón salvaje, Aventurera y Doña Bárbara, entre otros”.
Amante de la lectura
Su papel de Alma en la telenovela Cielo Rojo, primer proyecto con TV Azteca para González, la tiene hincada frente al televisor, twitteando su incidencias, que van más allá “de si hago desnudo o no”, asegura entre carcajadas.
Pero como persona necesita un alimento más que encontró en la lectura pública, y que hace unas semanas compartió junto a Alberto Estrella en el proyecto “Leo luego existo”, como ella explica “es un proyecto bellísimo que lleva Andrés Torres, en el que han estado personas como (los también actores) Ofelia Guilmain, Ofelia Medina, María Rojo, Héctor Bonilla, Alberto Estrella y Fernando Luján. Antes estuvimos leyendo para un programa de cuentos infantiles que se llamó ‘Quieres que te lo lea otra vez’, y ahora en este”.
Hemos leído en Monterrey, Chihuahua, y otros estados, textos inéditos de Grisel Álvarez, de Elena Garro. Es importante porque es un complemento, creo que cada actor tiene la obligación, de alguna manera, de corresponder al público. Llevamos 20 años participando y creo que son necesarias para el buen fluir de energías y retribuyamos todo el criño que el público nos da”.
Cosas para contar
4 años de edad tenía cuando empezó en la teleserie Cosa Juzgada.
9 premios a Mejor Actriz ha obtenido González. Destaca el Premio especial a la estrella favorita del público, otorgado por TV y Novelas en 2007.
37 años de carrera tiene la actriz, quien lo mismo ha aparecido en televisión que en teatro.
31 telenovelas ha realizado la regiomontana
Fuente: http://www.informador.com.mx/entretenimiento/2011/299370/6/los-mil-rostros-de-edith-gonzalez.htm