06/09/12. Edith en la presentación del libro "Heridas de Agua"

La escritora italomexicana Claudia Marcucetti Pascoli presentó ayer jueves su novela “Heridas de Agua” (Suma de letras, 2012), la cual versa sobre la “historia de uno de los primeros molinos de America”, mandado a construir por Hernán Cortés tras la conquista de Tenochtitlan y la fundación de lo que llegaría a ser la Ciudad de los Palacios.

Novela en la que el protagonista principal es el Molino de Santo Domingo en un viaje que comienza el 25 de octubre de 1529, “en una de las colinas reflejadas en los lagos de la gran Tenochtitlan, a la ribera izquierda del río Tacubaya”, y termina el 5 de agosto de 2010, bajo los temores del mismo molino que lamenta su posible desaparición.

En la presentación, realizada en el Cine Lido de la Librería Rosario Castellano del Fondo de Cultura Económica (FCE), el crítico literario Nicolás Alvarado hizo referencia a los vasos comunicantes de esta fábula con la literatura inglesa en el sentido de la casa como protagonista:

“Cuando Claudia escribía me comentaba que estaba imbuida en la redacción de una novela muy italiana y mexicana; pero, no, ‘Heridas de agua’ es una ficción muy inglesa en su conformación literaria”, preciso el conductor del programa televisivo “La dichosa palabra”.


La actriz Edith González leyó un fragmento del capítulo primero y agradeció que “Claudia nos contagie con todo su apasionamiento”. Por su parte, la escritora Beatriz Rivas apuntó “las correspondencias efectivas entre crónica histórica y ficción que Marcucetti logra con cabal efectividad. Novela que engancha al lector por los fantasmas que habitan sus páginas y el maravilloso viaje por la historia de México”.

La conductora de T.V. Mónica Garza realizó un resumen de los afectos que la unen con la escritora: “...desde que éramos niñas, soñamos juntas muchos proyectos”.

Garza enfatizó las concordancias de la personalidad de Marcucetti con las tonalidades del libro: “Esta novela es resultado de la persistencia de mi amiga. Los gestos y actos de Gioconda, el personaje principal, concuerdan con esta Mónica que conozco: volcán de emociones”, expresó.

Emocionada, la narradora y arquitecta agradeció a la concurrencia el interés por su novela y, asimismo, exteriorizó las motivaciones que la llevaron a escribir “Heridas de agua”.

“No era mi propósito recrear de manera fehaciente los hechos, sino elaborar una novela, pero con el fin de darle más veracidad a los momentos históricos”, manifestó.


Amigos de la escritora, editores, funcionarios de Santillana, escritores, periodistas, personajes de la farándula y lectores repletaron las butacas del Cine Lido, aplaudiendo más de una vez a una escritora de humor desbordado, simpatía natural y belleza indiscutible.

“Con esta novela he querido establecer un diálogo, una conversación con mis muertos queridos” concluyó, la también autora de un texto que se ha convertido en referencia obligada de la literatura mexicana, “Los inválidos”.

Una larga fila esperaba la firma de la autora entre copas de vino, canapés y brochetas de camarones. “Me leí la novela de un tirón. Me agarraron los personajes, es un gran retablo de fantasmas que conviven con nosotros”, declaró Miriam Sarduy, estudiante del séptimo semestre de literatura inglesa de la UNAM.

El crespúsculo inundaba los recodos de la colonia Condesa. La cola para la firma de libros se extendía hasta los cuarenta metros. Claudia Marcucetti, sonriente, seguía autografiando ejemplares como si nada. Las centellas de los flashes iluminaban las heridas de la noche.

Edith Gonzalez y Lina Botero (hija del pintor)