Julio Bracho es más que un hombre de acciónJulio Bracho regresa al teatro después de una década con la obra PurgatorioJUNTOS. Será la primera vez que Julio Bracho trabaje con Edith González en una puesta en escena El Universal
Sughey Baños (aridiana.banos@eluniversal.com.mx)
Martes 13 de marzo de 2012
El público está acostumbrado a ver al actor Julio Bracho volando en helicópteros, escalando y explorando cualquier terreno que se le ponga enfrente, gracias a que su afición por la adrenalina lo ha llevado a conducir programas como Fear Factor o Historia extrema, pero pocos lo ubican sobre un escenario teatral interpretando personajes complejos y que exigen un fuerte trabajo actoral.
La última vez que Julio Bracho estuvo frente a un auditorio realizando un puesta en escena fue en 2002 con Juegos Profanos, donde compartió escenario con Kate del Castillo. Ahora, después de una década, regresa con Purgatorio una obra de Ariel Dorfman (La muerte y la doncella y El otro lado) junto a Edith González, cuyo estreno será el próximo 23 de marzo en el Teatro Libanés.
“Tengo la fortuna de que puedo conducir programas desde un reality show o como el que estoy haciendo ahorita, Boys toys, pero otra de mis facetas es ser actor, más bien estoy volviendo a mis orígenes”, explicó Bracho, quien considera que su trabajo en cine y televisión son aristas del quehacer actoral y no le resta ningún mérito.
Sobre el porqué de la tardanza para volver a las tablas en teatro, Julio explica que no fue porque no quisiera, sino que el cine le absorbió mucho tiempo y se fue de la ciudad, algo que complicaba el estar en una obra durante una temporada.
El regreso a casa Hubo tres factores que hicieron que Julio Bracho decidiera hacer teatro de nuevo, el texto de Ariel Dorfman, el director Salvador Garcini y Edith González, con quien tendrá un duelo de histriónico cuando den vida a una pareja que busca la redención, el amor y el perdón.
Bracho confiesa que es la primera vez que trabaja con Edith, “me da mucho gusto conocerla, está padre irla descubriendo en el escenario, en las texturas y en muchos desvelos”, pero también dice que sobre el carácter, ella lo tiene mucho más fuerte que él.
Uno de los procesos que más a disfrutado de Purgatorio fue el trabajo de mesa que realizó al lado de Garcini, labor que para Bracho ha sido fortificante, sobre todo después de haber esto una década lejos del teatro. “Sí hay miedo, un desenganche terrible, son como cosas que uno tienen que retomar, como por ejemplo proyectar la voz; empecé otra vez en lo básico, volver al origen”.
Julio explicó que a pesar de estar contento con lo que está iniciando, no forzará otro proyecto en teatro, a pesar de que ya está en pláticas para una obra a finales del 2012, de la cual no reveló ni nombre ni director.
“De pronto escucho a mucho a la vida, espero a que me vaya enseñando por donde me vaya, y van coincidiendo mis objetivos, y esta vez fue lo que paso”.
Fuente: El Universal