En un cubículo de un baño, estaba una joven de cabello castaño, agonizando mientras sufría una hemorragia por cortarse las venas y las gotas espesas de sangre no dejaban de escurrir.
Era de día en la Ciudad de Denver, Colorado. Los ciudadanos no dejaban de transitar por las calles y otros trajinando. Alina estaba sentada en el jardín de la mansión en la que vive con su padre, Antonio. Enciende su videocámara y comienza a filmarse, mientras se presenta.
- Hola, soy Alina Gallardo Otero. Este es mi primer video y me gustaría que conocieran cómo es mi vida desde ahora, hasta el futuro. Soy una chica amable, divertida, estudiosa me gustan las fiestas pero eso si, voy a bailar, toco el piano. Actualmente vivo con mi padre, Antonio Gallardo, un gran empresario y propietario de una industria de moda, es muy buena onda, espero algún día presentárselos, él siempre está en el trabajo. Mi madre... - dijo Alina, muy animada.
En ese momento llega Antonio al jardín muy atareado, porque estaba buscando a Alina para llevarla a la escuela.
- Hablando del rey de roma - dijo Alina muy emocionada.
- ¡Mi niña, te estaba buscando! Se te hará tarde para ir a la escuela - dijo Antonio muy preocupado.
- Disculpame, papá. Pero había comentado que quería hacerme una autobiografía, pero decidí presentarme en video, a las personas le va a gustar. ¡Saluda a la cámara! - dijo Alina.
- Hola a todos - dijo Antonio con duda. - Vámonos, hija. No quiero que te vayas en autobús. - dijo, mientras carga su mochila.
- Esta bien, papá. Continuaré en la escuela. - dijo Alina, apaga la videocámara y sube al auto con su padre.
Inés, la madre de Alina. Estaba en el salón de belleza, leyendo una revista, mientras le pintaban el cabello y conversaba con Valeria, su amiga a quien le hacían un manicure.
- Por favor un poco más despacio, tengo uñas muy sensibles.- dijo Valeria muy preocupada.
- Hoy iré al cajero automático, a ver si ya me depositó. Ahora si me está quedando mal, todo el tiempo me viene con excusas. - dijo Inés con furia.
- ¡Ay, Darling! Tienes que buscarte un trabajo, no vas a estar dependiendo del pobre de Antonio todo el tiempo que se plazca, ¿Ó si?. - dijo Valeria.
- Valeria, hicimos un acuerdo legal, por obligación debe darme pensión mensual. - dijo Inés.
- Ni se te ocurra hacer algo, porque el es capaz de quitarte el derecho. - dijo Valeria.
- No puedo quedarme con los brazos cruzados, el dejo sin nada. Alina no quiere saber de mí, lo que Antonio quiere hacer, es desafiarme. ¡Si guerra quiere! Guerra tendrá, querida. - dijo Inés muy furiosa.
Alina no resistía la emoción de llegar a la escuela, mientras que Antonio iba manejando muy apacible y llegan a la escuela.
- Papá, ¿Llegarás a comer?.- dijo Alina.
- Si, hija. Probablemente llegue como a las dos o tres de la tarde.- dijo Antonio.
- Muy bien, papá. ¿Me podrías comprar dos baterías para mi videocámara?. - dijo Alina muy contenta.
- ¿Tan pronto se te acabo?.- dijo Antonio con duda.
- No, es que quiero tener de reservas. Se acerca mis quince y quiero grabar de principio hasta el final. - dijo Alina muy emocionada, mientras se coloca la mochila.
- ¡Como diga mi princesa! Cuídate mucho, hija. - dijo Antonio muy animado.
- Si, papi. Te veo en la casa, no faltes. - dijo Alina, mientras baja del auto. - Nos vemos.
Antonio enciende el auto y se va de la escuela. Alina iba caminando muy lento y entra a la escuela, entra al salon y se encuentra con Danielle, su amiga.
- Que bueno que llegas, tengo algo que contarte. - dijo Danielle muy contenta.
- ¿Hola? Estoy bien ¿Y tú?. - dijo Alina, disgustada.
- Hola, Alina. Perdon, pero lo que tengo que decirte es muy importante. - dijo Danielle.
- Era una broma, no lo tomes a mal. A ver cuentame de que se trata. - dijo Alina, contenta y ambas se sientan en los pupitres.
- ¡Dorian, me pidió ser su novia!. - grita Danielle con euforia.
- ¡Aaa!. - grita Alina y Danielle, mientras se toman de las manos. - ¿Y que le dijiste?
- Le dije que lo pensaría. - dijo Danielle.
- ¡Aaa! ¡No le des de largas, amiga! Dorian es un chavo guapisimo, digno para ti. - dijo Alina.
- ¡Lo se, Alina! Ahora a mi me toca dar el segundo paso. ¡Aaa!. - gritó Danielle con mucha euforia y se leventa del pupitre.
- ¡Ya callénse!. - grito una estudiante del aula.
- ¡Ay, si! Estas ardida porque sere novia de Dorian. - dijo Danielle. En ese momento, suena el timbre de la escuela.
- Ya quisieras. - dijo la estudiante del aula, mientras el maestro de ingles, entra.
- ¡Jovenes! Guarden silencio, todos a sus asientos.
En la mansión Gallardo, llega un hombre, que tenía un enorme abrigo puesto, un sombrero unas gafas y guantes de látex. Se detiene en el portón e inserta una sobre en el buzón.
En la industria de moda, Tu Estilo. Antonio estaba en su oficina, conversando con un publicista.
- Sin duda, los diseños de vestuarios son espectaculares. - dijo el publicista, maravillado. Mientras contemplaba los bocetos.
- Muchas gracias, este vestido lo creó una de mis mejores diseñadoras. - dijo Antonio muy contento.
- Esplendido, maravilloso. Ya que invertiré en su empresa, espero que mi agencia de publicidad gane un sueldo digno, por supuesto que no solo invertiré, también haremos propaganda a Tu Estilo. - dijo el publicista.
- ¿En serio?. - dijo Antonio muy alegre.
- Claro que si, siempre y cuando haya buenos resultados y principalmente que no haya ninguna falla. - dijo el publicista.
En ese momento de felicidad, Antonio saca de su buró un bote de champagne y recibe una llamada de Inés, quien estaba en un spa.
- Inés, ¿Qué se te ofrece?. - dijo Antonio con tono de disgusto.
- ¿¡Qué te pasa!? ¡Volví a checar la tarjeta y no me has depositado!. - dijo Inés muy furiosa, mientras le colocaban una mascarilla.
- Discúlpame, he tenido mucho trabajo. Tu no sabes de lo que se trata ser un empresario, mira te prometo que cuando salga a comer, voy a depositarte. ¿Tan pronto te acabaste los dos mil quinientos dólares que te deposite?. - dijo Antonio.
- Tengo otros gastos. Mínimo deberías darme la manutención, ya que no puedo ver a Alina ni mucho menos obtener la custodia. - dijo Inés.
- ¡Ya vas a empezar! Tu tienes el derecho de verla, sin embargo Alina no quiere saber nada de ti, también mi hija puede decidir, así que no le muevas. - dijo Antonio muy disgustado.
- Buscaré como vencerte y Alina se irá conmigo, tu la desatiendes mucho. En cambio conmigo, nunca estará sola. - dijo Inés muy a la defensiva.
- ¿Hasta ahorita quieres quitarme a mi hija? ¿Por qué no lo hiciste antes de que nos divorciáramos? Te dejo, porque estoy con un inversionista.- dijo Antonio.
- Esto no se va a quedar así, si no me das la pensión, ¡Tomaré medidas drásticas!. - dijo Inés muy furiosa, cuelga el teléfono y lo azota al suelo.
Se hizo de tarde en la Ciudad de Denver. Los alumnos de la escuela ya estaban saliendo, Alina y Danielle estaban conversando, mientras caminaban.
- ¿Ya estás planeando lo de tus quince?. - dijo Danielle muy emocionada.
- No, porque quiero que sea un cumpleaños como los que he tenido. - dijo Alina y se detiene.
- ¡Amiga! ¡No hables así solo se cumple quince años una vez y debes disfrutarlo!. - dijo Danielle muy triste.
- Si, pero lo que importa es que tus seres queridos te acompañen en un día tan especial. - dijo Alina.
- En eso si tienes razón, cualquier decisión tuya, siempre te apoyaré. - dijo Danielle muy comprensiva. En ese momento observa en frente de la calle a Inés. - Alina, mira quien esta allá.
- ¡Oh, por dios! ¿Qué hago? ¿Me escondo?. - dijo Alina muy desesperada.
- ¡No se! Nunca he enfrentado este tipo de situaciones. - dijo Danielle. Inés desde lo lejos saludaba a Alina. - Te saluda, haz lo mismo. - Alina comienza a sentirse muy incomoda.- Al menos ve a saludarla, me da un poco de lástima.
- Esta bien, solo la saludaré por respeto y me voy. - dijo Alina muy perturbada.
- Bueno, amiga. Nos vemos mañana. - dijo Danielle.
Antonio entra al taller de diseñadores y se encuentra con Kimberly, una empleada y diseñadora.
- Buenos días, licenciado. No lo había visto. - dijo Kimberly, mientras dibujaba.
- Quiero saber si ya tienes el diseño del vestido de mi hija. - dijo Antonio.
- Si, ya lo tengo. Solo falta que lo costure, mire aquí lo tengo. - dijo Kimberly y le da el boceto.
- Se ve genial, a mi hija le va a fascinar en su día de cumpleaños. - dijo Antonio muy contento.
Alina cruza la calle de la escuela, se sentía muy insegura. Inés no dejaba de sonreírle e inician una conversación.
- Hola, hija. ¡Qué gusto verte!.- dijo Inés e intenta tocarle el hombro pero ella se aleja.
- Hola. - dijo Alina con la voz muy seca.
- Se que esto es difícil para ti, pero me gustaría sanar las heridas que te hice. - dijo Inés.
- Madre, yo no estoy molesta contigo, solo que ya no siento las ganas de verte. Si mi padre estuviera aquí te estaría gritando. - dijo Alina.
- Aunque sea, ¿Puedo llevarte a tu casa?. - dijo Inés.
- No hagas méritos si no quieres, pero esta bien. Solo por esta ocasión.- dijo Alina.
- Hija, ¡Que feliz me haces!.- dijo Inés llena de felicidad, ambas suben al auto, ésta lo enciende y se van a toda velocidad.
En ese momento, suena el teléfono de Inés y no podía contestar porque estaba manejando, el teléfono no dejaba de insistir, Alina con curiosidad observa el teléfono
- Es un número privado, si quieres yo contesto por ti. - dijo Alina.
- Gracias, yo puedo solo que no creo que sea alguien importante. - dijo Inés muy nerviosa y contesta el teléfono. - ¿Diga, quien habla?.
- ¡Soy yo!. - dijo el hombre misterioso que envió la carta a la mansión Gallardo.
- ¡Ah! ¿Y que te se ofrece? ¿Hiciste el trabajo?. - dijo Inés, quien estaba muy nerviosa. Alina se percata que su madre oculta algo.
- ¡Por supuesto! ¿A caso estás con alguien?. - dijo el hombre misterioso.
- Si, cariño. Te llamo más tarde. - dijo Inés y cuelga el teléfono.
- Disculpa que me meta, pero... ¿Quién era?. - dijo Alina muy intrigada.
- Era una amiga mía, me encargaron un trabajo de manualidades y le pedí que lo terminara. - dijo Inés.
- ¡Ah! Muy bien, ¿Por qué manejas lento?. - dijo Alina con duda.
- Pensaba, que tal vez podamos conversar un poco de ti y tu padre. ¿Tu crees en él?. - dijo Inés.
- ¡Plenamente! ¿Por qué?. - dijo Alina un poco disgustada.
- Creí que él te lo diría, sobre su secreto. - dijo Inés.
- ¿De qué secreto estás hablando? Mi padre nunca me ha ocultado sus cosas. - dijo Alina enfadada.
- ¡Pues este no te lo dijo!. - dijo Inés muy persistente.
- ¡A ver, dime! ¿Cuál es ese dichoso secreto?. - dijo Alina.
- ¡Tu padre es homosexual, hija!. - dijo Inés.
Antonio llega en auto a su mansión. Al bajar, la ama de llaves, Gloria, lo estaba esperando afuera de la casa y tenía el sobre en la mano.
- ¡Buenas tardes, Gloria! ¿Pasa algo?. - dijo Antonio, preocupado.
- Buenas tardes. Esto señor, Antonio. - dijo Gloria y le entrega la carta. - No tiene remitente, supongo que tiene algún mensaje para usted.
Alina e Inés seguían conversando en el auto, Alina se resistía en creer en las palabras de Inés.
- ¡Mamá! ¿¡Cómo puedes pensar eso de mi papá!?. - dijo Alina exaltada.
- ¿Por qué crees que inició una industria de moda? Eso solo lo hacen las mujeres, cariño. - dijo Inés.
- ¡Eso no es prueba de que mi papá sea gay! ¡Eso es prueba de que eres una prejuiciosa! ¡Y si te acercaste a mi para hacer que piense lo peor de él, estas equivocada!. - dijo Alina muy furiosa.
- Hija, ¿No has notado un raro comportamiento de tu padre?. - dijo Inés.
- Ninguno, a mi padre le gustan las mujeres. - dijo Alina muy intrigada.
- ¿De que tu padre siempre tiene citas con inversionistas y publicistas, hombres?. - dijo Inés.
- Bueno, en eso si tienes razón, pero él no es capaz de ocultarme algo como eso. Además sea lo que sea, yo lo voy a respetar, porque es mi padre y la familia es sagrada. - dijo Alina.
- Okay, pero el no debería ocultarte secretos, ¿Por qué crees que me divorcié de él? ¡Descubrí que es homosexual!. - dijo Inés furiosa.
- ¡En primera mamá! Fue el quien se divorció de ti, porque le fuiste infiel con otro hombre. ¿Y sabes que? No voy a seguir discutiendo esto, detén el auto mi casa queda cerca y puedo irme caminando. - dijo Alina muy furiosa. Inés detiene el auto, Alina baja.
- Eso fue después de que descubriera a tu padre haciendo sus porquerías. ¿Y te dijo de la existencia de sus otro hermano?. - dijo Inés y arranca el auto, dejando a Alina en la calle totalmente ofuscada.
Antonio y Gloria entran a la casa. Antonio se dirige rápidamente a su despacho.
- Gloria, sígame. - dijo Antonio muy preocupado y ambos entran al despacho.
- ¿Cree que saber quien es?. - dijo Gloria.
- No, aun no, pero hace una semana recibí un correo electrónico de un usuario anónimo diciendo: "Estoy de regreso, prepárate". - dijo Antonio muy intrigado.
- Estos mensajes, me dan muy mal presentimiento, señor. - dijo Gloria.
- A mi también, Gloria, principalmente por mi hija, que es lo más importante. - dijo Antonio muy asustado. Abre el sobre y saca el mensaje anónimo y comienza a leer. - "A partir de ahora hará todos los pasos que yo le indique, si hace todo al pie de la letra, su hija no pagará las consecuencias, pronto le llegarán mensajes como este".
- ¡Válgame dios!. - dijo Gloria muy asustada.
- Gloria, que mi hija no se entere de esto. Si quiere dinero, se lo voy a dar, pero que no se metan con mi hija. - dijo Antonio muy destrozado.
Continuará...