Primera temporada | Capítulo 3 | Regalo de Cumpleaños

Llego el amanecer en la Ciudad de Denver, los ciudadanos transitaban con rapidez. Antonio iba manejando su auto con Alina, para dejarla a la escuela.


- Princesa, ¿Te pasa algo? Has estado muy callada desde que amaneció. - dijo Antonio muy preocupada.


- Si, papá. ¿Por qué no me respondes lo que te pregunte ayer en la tarde?. - dijo Alina con curiosidad.


- No puedo decirtelo, es un asunto muy grave y no quiero mortificarte. - dijo Antonio.


- No me importa papá, pero ya no más secretos, ya no mas. - dijo Alina desesperada.


- Mi niña, te entiendo, pero cuando estes mas grande lo entenderas. - dijo Antonio, llega a la escuela y se estaciona. - Princesa, cuando yo falte, te enterarás de muchas cosas, ahi encontrarás todas las respuestas que quieras saber.


- Papi, ahora si me estás asustando, no digas cosas. ¡Tu no te vas a morir! ¿Okay? Tu eres fuerte y nada ni nadie podrá hacerte algo, tienes mucho que vivir papá. - dijo Alina muy triste y derramando lagrimas.


- Alina, todos podemos morir en cualquier momento. Por ahora no puedo decirte. - dijo Antonio y le limpia las lagrimas a Alina.


- Respetaré tu decisión, papá. Pero buscaré las razones por las cuales, ocultaste la existencia de mi tío. ¡Te veo en la tarde papi!. - dijo Alina y baja del auto.


- Que te vaya bien, hija. - dijo Antonio. - Prefiero que se entere por si misma, que decirle en estas circunstancias.



En el apartamento de Valeria. Inés estaba sentada en el comedor bebiendo un café en compañía de Valeria y conversan.



- No puedo creer que seas tan cruel. - dijo Valeria muy decepcionada y bebe un trago de su taza de café.



- ¡Tenía que hacerlo, amiga! Antonio se lo merece por haber alejado de Alina y ella tiene pagar las consecuencias de sus actos. - dijo Inés.



- Amiga, no esta bien que te sigas vengando, esos fantasmas solo te envenenan. - dijo Valeria.



- ¿Y que hago, olvidarlos? Ellos me las van a pagar todas, voy a despojar a Antonio y dejarlo en la quiebra. - dijo Inés y bebe su taza de café. - Creo que matarlo sería lo más efectivo, así y desaparece de mi vida para siempre.



- ¡Ay, Inés! Ahora si me estás perturbando. - dijo Valeria muy angustiada.



- ¡Ay, Darling! Yo sería incapaz de hacer algo así. - dijo Inés con tono de perversidad.



Durante hora clases, Alina estaba en el aula, sentada en su pupitre prestando atención en clases, mientras enviaba mensajes de texto a Danielle.



En la empresa Tu Estilo, las costureras estaban trabajando con rapidez y los diseñadores realizaban bocetos de vestuarios. En la sala de juntas, Antonio y otros diseñadores le mostraban sus mejores propuestas de vestuarios al publicista, para promocionarlos al mercado.



- Dígame, ¿Qué le parecen?. - dijo Antonio muy contento.



- Impresionantes, juntos llegaremos muy alto, señor y Tu Estilo será la mejor industria de Denver. - dijo el publicista.



- Muchas gracias, estos son los modelos que están en tendencia en todo el continente y le aseguro que saldrán a la venta en el mercado, en menos de lo que se espera y no solo eso, usted podrá encontrarlo en los grandes almacenes y boutiques de alta gama del país. - dijo Antonio muy optimista.



- Eso espero, confío plenamente en su palabra, los diseños son bastantemente buenos y de alta costura, por eso decidí invertir en esta empresa, porque aquí hay más comercialización que en otras industrias. - dijo el publicista maravillado por el esfuerzo de Antonio.



- Se lo agradezco, señor. ¡No se arrepentirá!. - dijo Antonio. En ese momento recibe una llamada con numero privado. - Permítanme un segundo. - Sale de la sala de juntas y se dirige a su oficina y cierra la puerta. - Bueno.



- Espero y haya leído el correo electrónico que le envié. - dijo el hombre misterioso, utilizando un sintonizador de habla.



- Si, lo leí, ¿Qué se le ofrece?. - dijo Antonio muy angustiado.



- Solo llamo para confirmar el día en que me entregará el dinero. - dijo el hombre misterioso.



- ¿Por qué? ¿Porqué en el día de cumpleaños de mi hija?. - dijo Antonio con duda.



- A las diez de la mañana, para que vea que estoy enterado de todo. A esa hora y ese día me entregará el botín. - dijo el hombre misterioso.



- ¿No puede ser antes? Tengo que estar presente en el cumpleaños de mi hija. - dijo Antonio indignado.



- Okay, haga lo que quiera y después no pague una penitencia. - dijo el hombre misterioso.



- Esta bien, ¿En donde?. - dijo Antonio muy angustiado.



- En el restaurante que está a las afueras de ciudad, a dentro lo estaré esperando con una sorpresa y más le vale vaya. - dijo el hombre misterioso y cuelga el teléfono.



Un mes después. Era de día en la Ciudad de Denver, los autos no dejaban de transitar por las carreteras y las personas caminaban de un sitio a otro. Era el día en el que Alina cumple quince años. Los invitados ya estaban llegando a la mansión Gallardo, lugar en el que sería la fiesta. Alina estaba muy inquieta esperando a que Antonio llegara de traer su regalo sorpresa y Gloria se acerca a ella e inician una conversación.



- Alina, no te desesperes. Tu padre no debe tardar en llegar. - dijo Gloria angustiada.



- Ya se tardo mucho no crees, ojalá y no se tarde, me prometió llegar antes de partir el pastel. - dijo Alina muy triste.



- Hija, entretenlos. Así y en cualquier momento llega tu papá. - dijo Gloria y se va a la cocina. - ¡Dios mío por lo que más quieras, que no le pase nada al señor Antonio!



Antonio llega en auto, al dichoso restaurante en el que el ladrón lo había citado. Al entrar, se encuentra con la persona que nunca se imagino.



- ¿¡Tú!? ¿Fuiste tú todo este tiempo?. - dijo Antonio muy impactado. En ese momento, un hombre desconocido se acerca al auto de Antonio y corta los cables del frenos del vehículo.



Los invitados de la fiesta estaban divirtiéndose, Alina sentada en el sofá bebiendo soda y Danielle se acerca a ella y conversan.



- ¿Qué te sucede, amiga? Deberías estarte divirtiendo. - dijo Danielle.



- Si, pero mi papá es lo que me tiene preocupada, no regresa. - dijo Alina angustiada.



- Tal vez tuvo algún pendiente y tenía que atenderlo. - dijo Danielle. En ese momento, entra Inés a la mansión, Alina la observa, pero la ignora.



- Por más amiga, él me había prometido que estaría en mi cumpleaños y es ahora que no llega, ¿Podrías ayudarme a grabar?. - dijo Alina.



- Si, amiga. ¡Te espero allá y diviértete Alina! No dejes que lo malo arruine tu día. - dijo Danielle intentando motivar a Alina y sale de la sala. Inés se acerca a Alina e inician una conversación.



- ¿Dónde está tu papá?. - dijo Inés.



- Salió y no ha regresado. No se donde pueda estar, ¿Tú lo sabes, madre?. - dijo Alina con e Inés se pone nerviosa.



- No, Alina. ¡Ni idea! Como tu papá no ha regresado, me llamo para acompañarte. - dijo Inés.



- Bien, pero no me rompas nada. - dijo Alina con tono de burla. En ese momento suena el teléfono y Gloria contesta.



- Bueno. Si, diga. - dijo Gloria con dificultad de escuchar.



- ¡Guarden silencio todos, por favor! ¡Cállense todos!. - dijo Alina con desesperación y los invitados se asustan.



- ¡No puede ser! Vamos para allá, ahora mismo. - dijo Gloria y cuelga el teléfono. Danielle no dejaba de grabar.



- ¿Qué pasa, nana?. - dijo Alina muy angustiada.



- ¡Tú papá, mi niña! Tuvo un accidente y está muerto. - dijo Gloria y comienza a llorar.



- ¡No! ¡Mi papi, no! ¡No...! ¡Mi papá, no, no, no! ¡No...!. - dijo Alina, mientras derramaba lágrimas de tristeza. Inés queda impactada, los invitados quedan consternados, Danielle miraba tristemente el dolor de la joven y no detuvo la grabación.



Continuará...